sábado, 3 de febrero de 2007

PABLO NICOLI SEGURA - BIOGRAFIA

PABLO NICOLI SEGURA


BIOGRAFIA (2006).

Por: Walter Arias. Psicólogo.


INTRODUCCIÓN

Pablo Nicoli Segura es sin lugar a dudas, uno de los escritores arequipeños más leído de los últimos años. Y es que, no sólo es conocido por la narrativa de sus cuentos, sino que además es editor del suplemento semanal “Fantástico”, que a la fecha tiene más de 357 ejemplares publicados, muestra indiscutible del éxito que ha alcanzado. Además de ello, Pablo Nicoli ingresó a los hogares arequipeños en el año 2005, por medio de un microprograma emitido en Perú TV –canal de cobertura en toda la macrorregión sur–, en donde; como en sus cuentos y artículos, desarrolla temas fantásticos y sobrenaturales.
La narrativa de Pablo Nicoli, se nos presenta como una diáfana expresión del apego regionalista que caracteriza a los arequipeños. Adentrándose en asuntos exotéricos y hasta paranormales, los argumentos de Nicoli lindan con lo religioso, lo espeluznante y lo histórico de nuestras tradiciones y leyendas. Sin descuidar el contacto con el lector, Nicoli combina ágilmente misterio, cultura y entretenimiento.
El valor de la obra de Nicoli, reside así, en que a través de sus historias fantásticas vincula a los lectores con la riqueza cultural de nuestra región, rescatando los valores de nuestro pasado y proyectándonos al futuro por la senda de la imaginación. Por todas estas razones, el público de Nicoli, ha sabido apreciar su trabajo y le responde con admiración y gratitud por promover la creación literaria de nuestras jóvenes generaciones.


CRONOLOGÍA

1964. Nace en Arequipa Pablo Elías Bernardo Nicoli Segura, el día 19 del mes de agosto. Sexto hijo de Don Rodolfo Nicoli Heresi y Doña Blanca Segura de Nicoli. La familia Nicoli Segura se establece en la calle San José 222 y administra un negocio de textiles y artefactos conocido como “La Rinascente”, ubicado en el número 100 de la calle Mercaderes.

1971. Inicia sus estudios escolares en el Colegio Particular de La Salle, destacándose en la declamación y el canto.

1976. El joven Pablo Nicoli se afilia a la “Asociación Filatélica de Arequipa”, llegando a coleccionar 20,000 estampillas.

1977. A los 13 años, escribe junto a dos de sus compañeros de salón su primera narración de corte policial, que no le pudo dar fin porque se extravió el original.

1982. Culmina sus estudios escolares con sus gustos literarios e intereses narrativos bien definidos. Las historias de horror, suspenso y ciencia ficción eran sus favoritas.

1983. Ingresa a la Universidad Católica de Santa María para estudiar Administración de Empresas, pero abandona la carrera porque entiende que lo suyo es la literatura.

1984. Se dedica a trabajar en el negocio familiar en horario diurno, y por las tardes gasta ideas mientras escribe su primera novela, de corte mitológico y aventura: “Mortal Inmortal: El Guerrero de los Dioses”. También conoce a su futura esposa: Giovanna Arce Picardo.

1986. Ingresa a la Facultad de Letras y Humanidades de la Universidad Nacional de San Agustín para estudiar literatura, y forma “La Asociación Juvenil de Escritores”, con unos amigos de su época escolar. Fallece Don Rodolfo Nicoli, su padre.

1987. Con el dinero de la herencia de su padre y el apoyo de Giovanna Arce, quien por entonces era su enamorada, pone en funcionamiento un negocio ubicado en la calle Puente Bolognesi “Bazar con Amor”.

1989. Gana un concurso local de cuento, organizado por el diario Correo, con el trabajo: “El lado Oscuro de la Luz”, ocupando el segundo lugar.

1993. A los 28 años de edad, contrae matrimonio con Giovanna Arce Picardo en la Iglesia de Santa Marta, y se establece en el edificio Alexander como su domicilio.

1995. Nace su primer hijo: Christopher. El negocio de la familia cierra, y se dedica a escribir su segunda novela: “Aventura de dos Arequipeños en Época de Cristo”.

1996. Nace Pierre, su segundo hijo. Por estas fechas, Pablo Nicoli queda desempleado y afronta la muerte de su madre, Doña Blanca Segura.

1997. Inaugura en un corredor de la casona de San José 222, una pequeña librería bautizada con el nombre de “La Casona del Libro”. En ella, Nicoli pone en alquiler sus propios libros para beneplácito de los lectores de literatura fantástica y de horror. Allí conoce muchos escritores con los que cultiva una gran amistad, dentro de los que destacan, dos de sus mejores amigos: Max Díaz Butrón y Jorge Valdivia Olaechea.

1999. Pablo Nicoli produce nuevas y variadas creaciones que son publicadas en la sección “Los Ojos del Minotauro” y luego en “Fantástico”. Jorge Valdivia Olaechea, quien es responsable del suplemento “Fantástico”, que edita el diario Arequipa al Día, le invita a trabajar con él en la preparación y redacción del este suplemento.

2001. Pablo Nicoli asume la jefatura del suplemento Fantástico y se convierte en primer redactor, debido a que Jorge Valdivia viaja al extranjero. Nicoli publica su primer libro de cuentos, intitulado: “Arequipa y sus Misterios”. Forma también, junto con Max Díaz Butrón y Jaime Coaguila, la “Asociación Cultural Minotauro”. Además organiza el 1er y 2do Curso-taller de Cuento en el local de la Alianza Francesa.

2002. Publica otros cuentos en el semanario “El Búho” y el suplemento “Billiquem” de Arequipa al Día. Organiza más Cursos taller de cuento y narrativa, esta vez en las instalaciones de Arequipa al Día. Se publica su segundo libro de cuentos: “Arequipa Fantasmas y Leyendas”.

2003. Hace la presentación de sus dos primeras obras en la Alianza Francesa. Continúa organizando Cursos taller de narrativa, esta vez en la calle San José 222. El autor escribe más trabajos inéditos como “Historias Fantásticas”.

2004. Publica su tercer libro “Aventuras de dos Arequipeños en Época de Cristo”. Ese mismo año fue premiado con el primer lugar en el “Segundo Concurso Internacional de Cuento” organizado por la revista española Nitecuento. Su cuento ganador fue “La Noche”. Finaliza el dictado de Cursos taller de cuento y narrativa variada. El suplemento Fantástico se convierte en un semanario periódico independiente de la venta del diario “Arequipa al Día” gracias a la gran acogida del público lector arequipeño, desde las primeras ediciones del suplemento. También da a conocer su libro intitulado: “Narraciones Sorprendentes” y se muda de casa a la Urbanización San Jerónimo con su esposa y sus hijos.

2005. Se encarga de la edición de un semanario denominado “Da Vinci” y se abre un espacio en la televisión, con el microprograma “Fantástico”, dedicado a la narración de historias breves de carácter sobrenatural. Este programa es transmitido por la empresa televisora Perú TV, canal 9, de amplia cobertura en toda la macrorregión sur. “Arequipa Fantástica y Sobrenatural” sería su última publicación que aparece en el mes de diciembre.

2006. Pablo Nicoli, publica: “La Biblia no nos dijo Todo” y “La Otra Arequipa y sus enigmas”

AGREGADO:

En julio y agosto del 2006 es solicitado por el Alcalde de Arequipa para que se ocupe del escaneado y virtualización de los Libros Históricos del Cabildo de Arequipa, lo cual realiza (los 12 primeros libros y los más antiguos) en las instalaciones de la Biblioteca Municipal Ateneo.
2007. Nicoli publica su libro: Arequipa: Historias Extraordinarias” y proyecta una antología de cuento fantástico titulada: “Los mejores cuentos del mundo” a publicarse en marzo de este año.



BIOGRAFÍA

LA RINASCENTE

1931 fue una fecha nodal en la historia del Perú. Augusto B. Leguía, quien había prometido una “Patria Nueva”, se convirtió poco a poco en un tirano dictador: a pesar de haber ganado las elecciones en 1919, se adelantó a la toma de mando y dio un golpe de Estado que desembocaría en la manipulación y control de los medios de comunicación, y la represión a los políticos opositores, que fueron obligados a autoexiliarse en el extranjero. Leguía gobernó así, por tres periodos consecutivos hasta 1930, año en que fue derrocado por los militares. Luis Sánchez Cerro encabezó el levantamiento militar y asumió el poder como presidente de la junta de Gobierno. Un año más tarde se celebran las gestas electorales y Sánchez Cerro es electo presidente.
Es así como 1931, puede ser el parangón histórico y temporal con el 2001que nos ha tocado vivir recientemente. La convulsión social, la crisis económica y la sequía moral fueron el legado de Leguía; que exigían el cambio y la renovación de los patrones políticos imperantes. Ese espíritu renacentista vio nacer en Arequipa una de las más prósperas empresas que todavía perdura en la memoria de su pueblo. En 1931, Don Jorge Francisco Nicoli Zelman, un emigrante palestino llegado al Perú en el primer tercio del siglo XX, funda “La Rinascente”, casa de comercio de textiles, prendas de vestir y artefactos para el hogar; que congregaba en la calle Mercaderes, a los habitantes más notables de la Blanca Ciudad. El ambiente de aquel mágico lugar, despertaba una sensación nueva para la todavía naciente clase consumidora arequipeña. Los escaparates modelaban exquisitas prendas, los mostradores dejaban escapar a discreción el sonido de las cajas registradoras y menudas señoritas derrochaban dulzura y amabilidad cuando se les acercaba un comprador.
La Rinascente empero, no sólo fue un próspero negocio sino que además fue testigo de múltiples sucesos políticos, históricos y sociales que preñaron de lágrimas, sudor y sangre los corazones arequipeños. Así por ejemplo, durante la revolución del 50’ en que toda Arequipa se levantó debido al maltrato del que fueron objeto los escolares del Colegio Nacional Independencia Americana, La Rinascente se convirtió –como un acto ajeno a su voluntad– en trinchera de los jóvenes revolucionarios de Arequipa. Así lo demuestra una foto de la época de un diario local en donde se aprecia un francotirador, que estuvo apostado en el techo, y se mantuvo vigilante esperando la oportunidad para disparar. Incluso, algunas de las armas y pertrechos utilizados en el levantamiento fueron escondidos dentro del comercio, y aún están bajo posesión de la familia Nicoli.
Las décadas del 40’, 50’ y 60’ estuvieron marcadas por convulsiones sociales, escándalos políticos y marasmos militares que dieron contenido y forma a la familia Nicoli, como a la de cada habitante de la Blanca Ciudad, que ha legado a sus hijos ese sentimiento de descontento que hasta el día de hoy nos deja la clase política. Con todo ello empero, el arequipeño, bien conocido por el arrogante amor a su tierra, no pierde sus costumbres, sus leyendas y tradiciones. Es como si su bagaje cultural, recogido y alimentado por las miles de generaciones que han pisado esta tierra volcánica, se condensara como un espíritu díscolo en las entrañas de la mente arequipeña, manteniéndose vivo y quemante.
La Rinascente mantuvo esta vitalidad por casi 65 años, y vio crecer, madurar y envejecer a tres generaciones de la familia Nicoli. Rodolfo Nicoli Heresi, uno de los hijos de Don Francisco, asumió las riendas del negocio familiar y cuando la edad se lo permitió, contrajo nupcias con Blanca Segura. Fruto de su matrimonio, nacieron seis pequeños, tres mujeres y tres varones. Pablo Elías Bernardo sería el benjamín de la familia Nicoli Segura, cuyo nacimiento se remonta al 19 de agosto de 1964, día en que fue alumbrado por su madre en el Hospital Goyeneche.
Siendo el último de los hijos, Pablo recibió de sus hermanos mayores un sin número de influencias que a modo de experiencias tiñeron sus recuerdos de misterios y entusiasmo. Desde pequeño, la mente de Pablo Nicoli fue arrullada por los cuentos, mitos y leyendas que ya son parte de la tradición de Arequipa. Como él mismo lo describe, la infancia de Pablo Nicoli fue muy feliz, a tal punto de considerarla como la mejor etapa de su vida. En los cuentos de Nicoli –“Lo que guardaba la Vieja Casa”, “El Abuelo”, “Volver a ser Niños” entre otras–, se manifiesta esa añoranza por su infancia y los juegos de su niñez. Ésta de desarrolló en la casona ubicada en la calle San José 222, que perteneció a su familia desde 1945. Se trata de una construcción de sillar poroso, arcos, portones y ojivas ventanas de amplias dimensiones, donde sus habitaciones guardan los secretos familiares de sus padres y abuelos.
Pablo Nicoli recuerda de su infancia, los juegos con sus hermanos Rodolfo y Javier, sobre todo con éste último, quién resulta ser su coetáneo. Ambos recorrían en sus juegos las habitaciones de la casona, con la imaginación y la alegría características de la edad, y que en su momento, les hizo ver u oír cosas que más tarde cobrarían vida en los cuentos de Nicoli. Así por ejemplo, a la tierna edad de siete años, Nicoli encontró en uno de los recovecos de la construcción una caja de cartón que contenía documentos y cartas con sellos postales. Desde entonces Nicoli se dedica a coleccionar estampillas, afición que comparte con su padre y su hermano Rodolfo, llegando a colectar alrededor de 20,000, mérito que le valió una afiliación a la “Asociación Filatélica de Arequipa” en 1976, cuando tenía 12 años. Su padre, además de ser aficionado a las estampillas, mantenía una nutrida afición por la hípica. Los caballos de carrera eran para Don Rodolfo fuente de emociones y distracción inagotable. Con el tiempo ganó más de cien trofeos y llegó a tener en su mejor momento, doce caballos de carrera, que coparon las caballerizas del hipódromo. Así, dentro de los 30 caballos, que tuvo aproximadamente Don Rodolfo, sobresale “Papiro”, un corcel muy querido que corría en el hipódromo de Porongoche, con fuego en sus herrajes y tempestad en la crin.
El padre de Pablo Nicoli era un hombre de negocios y bien cultivado por medio de la lectura, cuya reputación se logró en base a trabajo y esfuerzo. Don Rodolfo era un hombre sociable, de carácter fuerte y noble; rasgos que le hicieron acreedor al apelativo de “Socio lindo”. Su madre como complemento, era una mujer muy bondadosa y cariñosa, que sabía corregir a la vez que educar. Siempre se conducía con diplomacia y supo inculcar en sus hijos un espíritu libre y apasionado. Doña Blanca era aficionada al arte y a la música, y se sospecha que fue pariente del conocido escritor Manuel Asensio Segura.
Pablo ingresó al colegio de los hermanos de La Salle en 1971. Durante sus estudios primarios participaba con talento en los actos de declamación y canto que son infaltables cuando se celebran festividades como el día de la madre, el día de la independencia, etc. Le interesaban las artes plásticas, especialmente la escultura, porque otorgaba imaginariamente movimiento a las figuras que le abstraían con sus detalles y realismo. Su gusto por esta disciplina artística se puede apreciar años más tarde, en la atención que le pone a la talla del sufrido diablo que se halla bajo el púlpito de la catedral, en muchos de sus cuentos. Los viajes espaciales, la religión y la prehistoria eran también temas de su interés. Ya en la secundaria, se interesó por los cursos de historia, filosofía, literatura y psicología, es decir, gustaba de las letras y las ciencias sociales. La televisión no era ajena a las predilecciones de Nicoli, siendo sus favoritas, series de ciencia ficción como Viaje a las Estrellas, Perdidos en el Espacio o El Túnel del Tiempo.
Es a los trece años, que junto con dos de sus compañeros, se decide a escribir su primer cuento. La inspiración provino de uno de sus profesores de lenguaje que les leyó a él y a sus compañeros de salón, una historia titulada “La Procesión de las Ánimas”. Este relato fue escrito por Francisco Ibáñez, autor de antaño, ya fenecido en estos días y que cultivó la narrativa con suspenso y terror. Según lo refiere Nicoli, la trama de la historia quedó emocionalmente en su corazón, pero dejó también algunas ideas en su mente; de modo que realizó una serie de escritos de corte policial, dosificados en capítulos que eran leídos por sus compañeros y revisados por el más estudioso de la promoción, a quién le agradó la saga y la siguió hasta que algunas de sus hojas se fueron perdiendo.
Cuando Pablo Nicoli tenía 16 años y cursaba su cuarto o quinto de media y apoyaba a su padre en la administración de La Rinascente. La ruta que Nicoli seguía le llevaba de su casa al colegio y de ahí a La Rinascente que luego le devolvía a su casa, pero entre el colegio y el negocio, se daba un respiro y frecuentaba una librería de la calle San Francisco donde compraba sus lecturas favoritas: historias de horror, suspenso y ciencia ficción de Edgar Alan Poe, Julio Verne y Howard Lovecraft. En 1982, Nicoli termina el colegio y deja de escribir, pues hasta entonces, la aventura había tenido como finalidad la distracción y el goce de la creación; pero ya había que pensar que hacer en la vida: estudiar una profesión y tratar de establecerse poco a poco. Dado que Nicoli, estuvo vinculado toda su vida al negocio de la familia y había aprendido por cuenta propia los tejes y manejes de La Rinascente, optó por estudiar la carrera de Administración de Empresas en la Universidad Católica de Santa María. Nicoli inicia así sus estudios en 1983, pero los deja al año siguiente porque siente el llamado de una vocación que nació con su profesor de lenguaje, de apellido Galdos, pero cariñosamente apodado el “popotito”.
Así, el negocio de la familia de Pablo Nicoli –La Rinascente– acompañó no sólo su infancia, sino también su adolescencia y parte de su vida como adulto, y como el nombre del negocio, Nicoli renace una y otra vez como profesional, como padre de familia y como escritor.


RENACE EL ESCRITOR

Desde aquella vez en que su profesor de lenguaje le había dejado conocer el suspenso de “La Procesión de las Ánimas” de Francisco Ibáñez, Nicoli sintió en lo más profundo de su alma la necesidad de escribir, una necesidad como el comer o el respirar que alimenta el corazón y da sentido a la vida. De eso sin embargo, ya habían pasado seis años, y la universidad se había convertido en algo tedioso, como una cárcel para su espíritu que no deja que se eleve con libertad la vocación escondida.
Al dejar la universidad, Nicoli asume formal y parcialmente la administración de La Rinascente. Esta vez no se trataba de apoyar solamente, sino de conducir el negocio de la familia para rescatarlo de la crisis del 80’. Por las mañanas Nicoli se dedicó a trabajar en el negocio familiar y por las tardes trataba de retomar sus intereses literarios. Alquiló una habitación en la calle Jorge Polar, donde se encerraba horas de horas para entrenarse como escritor. Nicoli estaba escribiendo una novela de aventura mitológica titulada “Mortal Inmortal: El Guerrero de los Dioses”. Con un estilo que recién se cuajaba, en 1984 Nicoli leía a Julio Cortazar, Julio Ramón Ribeyro y Arthur Conan Doyle, entre otros; de modo que sus visitas a la librería se hicieron más frecuentes. En una ocasión, en que Pablo Nicoli se acercó a la librería, no encontró a la señorita que siempre le había atendido, sino a su hermana: Giovanna Arce Picardo, una muchachita de aproximadamente 14 años de edad. Desde aquel encuentro Pablo y Giovanna iniciarían un romance que duraría casi 10 años y que se consolidó con el matrimonio.
Ya dispuesto a afrontar la vocación de escritor, Pablo Nicoli postula en 1985 a la Universidad Nacional de San Agustín para iniciar su carrera literaria, pero no consigue su objetivo hasta el próximo año, en que ingresa a la Faculta de Letras y Humanidades de la casa de estudios superiores más grande de la Macrorregión Sur. Mientras aun estudiaba literatura, Nicoli forma “La Asociación Juvenil de Escritores” y congrega a un grupo de amigos de su época escolar que tenían, al igual que él, afinidad por los libros y las letras. Con este grupo de amigos Nicoli solía reunirse en un local frente a la Plaza San Francisco, donde conoció a otros hombres de letras de mayor trayectoria que sus jóvenes amigos. Marcel Oquiche, Yuri Vázquez y Willard Díaz, son algunos de los escritores con quienes, Nicoli se relaciona cultivando una amistad que perdura hasta hoy. Nicoli escribe durante estos años algunos cuentos, que casualmente le permiten ganar poco tiempo después dos concursos de literatura: “El lado Oscuro de la Luz” y “Fisgón”. Ésta última obra, le permite ganar en 1986, un premio otorgado por la revista Alma Máter. Lamentablemente, ese mismo año, fallece Don Rodolfo, su padre, y Pablo decide dejar la carrera de literatura que inició con tanto entusiasmo.
Los motivos que le obligaron a tomar esta decisión, tocan lo sentimental y lo intelectual, pero se nos presentan como un conflicto profesional hasta entonces sin resolver. La muerte de Don Rodolfo deprimió mucho a Pablo y fue como si le asestaran un fuerte golpe a él y a su familia. Pero si la muerte de su padre debilitó los ánimos que Nicoli traía consigo, las clases de literatura de la universidad le decepcionaron por completo. Nicoli que se había acostumbrado a una educación que respeta sus modos de ser, pensar y expresar, chocó con la mole del dogmatismo que reina en las universidades nacionales. Fue a raíz de estos hechos que Nicoli tuvo que replantearse como iba a conseguir ser escritor y subsistir a la vez.
En 1987, Nicoli recibe el dinero que le corresponde como parte de la herencia que le legó Don Rodolfo y gracias al apoyo de Giovanna Arce, su enamorada, establece un negocio en la primera cuadra de la calle Puente Bolognesi. Pablo y Giovanna, cada vez más unidos por el sentimiento deciden llamar a su negocio “Bazar con Amor”. Mientras Nicoli se encarga de la administración del bazar, escribe algunos cuentos más, pero su producción literaria no supera el número de ocho, por lo menos dentro de lo que el escritor considera un cuento bien logrado. En 1989, Pablo Nicoli envía uno de sus cuentos –“El lado Oscuro de la Luz” – a un concurso organizado por el diario Correo y gana el segundo lugar.
El haber ganado este concurso estimuló mucho la labor de Nicoli, comenzó a escribir una nueva novela –la segunda– que sólo sería publicada 13 años después y que deja al descubierto el estilo y la fascinación del escritor por la aventura y la ciencia ficción. La novela “Aventuras de dos Arequipeños en Época de Cristo”, comienza a ser escrita en 1990, es concluida en 1998, pero se hace pública sólo en el 2004, ya que editar un libro en nuestro medio es una tarea titánica, que pocos se atreven a emprender. “Aventuras de dos Arequipeños en Época de Cristo”, es la novela de Nicoli que lo muestra como un Julio Verne characato, que juega con los viajes en el tiempo a la par que nos enlaza con nuestras raíces regionales. La historia narra las experiencias de Petro Paulet, personaje inspirado en Pedro Paulet (Arequipa, 1874 – Buenos Aires, 1945), quien fuera un connotado científico y pionero de la ingeniería aerodinámica; y el Señor Pedro Ruiz, personaje traído por la imaginación de Nicoli como supuesto nieto de Pedro Ruíz Gallo (1831 – 1880), precursor de la aviación y héroe de la guerra del pacífico. Ambos personajes viajan en una máquina que inventa Petro Paulet, a la época en que Jesús de Nazareth redime a la humanidad de sus pecados, sacrificándose en la agonía de la pasión. Una vez allí, los foráneos personajes viven diversas aventuras con el fin de prevenir a Jesús de lo que ha de sucederle, sin embargo lo que pasa tiene que pasar, no sin darse cuenta a su regreso, que al haber viajado al pasado han alterado el presente.
La literatura de Nicoli cumple pues una finalidad, la de divertir. De este modo, el escritor revive las emociones que en su infancia y juventud le producían las historias de misterio y fantasía. Pero el estilo de éste le obliga a aferrase a su tierra, por ello, es fácil notar que la literatura de Pablo Nicoli, si bien se ubica en lugares fantásticos y se rodea de escabrosas aventuras, toma forma de los moldes que la historia de Arequipa recoge en sus leyendas y tradiciones.
Ya en 1993, con 28 años de edad, Pablo Nicoli se casa con Giovanna Arce en la Iglesia de Santa Marta y sale de su casa en San José 222, para establecerse en uno de los departamentos del edificio Alexander, junto con su esposa. Sólo como dato anecdótico, nos cuenta el escritor, que el día de su boda la novia llegó con 15 minutos de retraso, así que el sacerdote que presidió la ceremonia nupcial casó a Nicoli mientras éste se encontraba sólo frente al altar. La situación debió ser difícil en su momento, pero Pablo sabía que la novia llegaría, sólo que estaba haciendo respetar la tradición de la espera antes de la boda. Al parecer el cura era extranjero y sólo sabía de puntualidades más no de tradiciones.
La vida de casado, le depara al escritor nuevas responsabilidades, sobre todo de tipo económico, ya que la situación estaba difícil por aquellos años en que, la crisis económica y el cambio de moneda estaba desgastando el “Bazar con Amor”. Nicoli monta un nuevo negocio en el Centro Comercial Don Ramón para lo cual asume un préstamo y comienza una serie de avatares con las entidades bancarias locales. En 1995 nace Christopher, su primogénito; y un año después nace Pierre, su segundo hijo. Empero, como si alguna de las fuerzas sobrenaturales de las que escribe Nicoli, se ensañara con él para no dejarle disfrutar plenamente de la felicidad, Doña Blanca Segura su madre, fallece en 1996. En esa fecha, La Rinascente también cierra sus puertas y no pudiendo ir peor, sus negocios empiezan a congelarse y los pagos se tornan espinosos. Todo ello hace que Nicoli vuelva a su casa en San José 222, pero esta vez con su esposa y dos niños. Aunque la casa ya no era habitada por sus hermanos, pues ellos constituyeron sus propias familias, las habitaciones frontales de la casa fueron remodeladas por Rodolfo Nicoli, su hermano arquitecto; y acondicionadas para ponerlas en alquiler, dado que la ubicación céntrica de la casona era ideal para poner en funcionamiento una óptica o una librería.
Quizá haya sido esa vena de empresario, lo que animó a Nicoli a perseverar en los negocios aprovechando lo que tenía a la mano, tal que en 1997 inaugura en un corredor de la casona de San José 222, una pequeña librería donde Nicoli alquilaba sus propios libros y revistas al módico precio de un sol diario. Esta librería sería conocida como “La Casona del Libro”, y se podían encontrar en ella libros de Isaac Asimov, crónicas de Arthur Clark, libros de temas paranormales de la colección Plaza & Janes, entre otros. Es decir, para beneplácito de los lectores de la literatura fantástica y de horror, en “La Casona del Libro”, se podían encontrar revistas y libros de corte tenebroso y sobrenatural. Durante esos años Nicoli retoma la literatura y escribe otros varios cuentos, pero sería una persona, quien al igual que su profesor Galdos, renovaría los “votos” literarios de Nicoli, catapultando su carrera como escritor. Nos referimos a Jorge Valdivia Olaechea.



RENACE FANTÁSTICO

En la pequeña librería que Pablo Nicoli equipa en la Casona de la calle San José se podían encontrar hasta 1500 títulos de libros de ciencia ficción y terror, y unas 500 revistas con temas científicos y misteriosos o acontecimientos sobrenaturales. También, por ciertas temporadas, algunos libros –suponemos que, los menos preciados por Nicoli– eran puestos en venta. Puede decirse que en todo Arequipa, “La Casona del Libro”, era el único lugar donde se exponía tan selecta colección de ejemplares del género fantástico. Esta particularidad, atrajo a muchos lectores y autores que con el tiempo, sazonado de tertulias, congraciaron con Nicoli, desarrollando una gran amistad. Los señores Max Díaz Butrón y Jorge Valdivia Olaechea, serían entrañables amigos de Nicoli; precisamente, éste último, le permitiría a Nicoli hacerse de la oportunidad de explotar su talento en un diario local bien conocido: Arequipa al día.
Para 1999, Jorge Valdivia era el primer editor del suplemento “Fantástico” que recientemente comenzaba a publicar el diario Arequipa al día. Desde su primer ejemplar, el suplemento desarrollaba argumentos esotéricos, misteriosos y paranormales, de interés general, lo que se tradujo en un óptimo índice de ventas. Los sueños, el desdoblamiento astral, los mitos y las leyendas de Arequipa, eran algunos de los temas que contenía esta publicación. Nicoli, experto en estos menesteres, fue invitado por Jorge Valdivia para participar como colaborador de Arequipa al día, escribiendo artículos para un segmento nominado: “Los Ojos del Minotauro”. Es en este momento, en que Nicoli desarrolla más técnicamente y con mayor profundidad el arte de la creación literaria, escribiendo numerosos cuentos, dentro de los que destacan: “El Hijo del Fundador”, “El Vampiro del Monasterio”, “La Noche: Los Subterráneos de la Catedral”, “El Ángel Caído”, “El Cuadro de mi Pariente Fallecido”, “La talla de Lucifer”, “El Tesoro de los Jesuitas”, “Manuscrito encontrado en una Vieja Pared”, etc, etc…
Un aspecto curioso del desenlace literario de Nicoli es la admiración especial que siente por Howard Philips Lovecraft (Rhode Island, 1890 – 1937, Ibíd.), conocido escritor norteamericano de historias de terror, autor de El llamado de Cthulhu; ya que Nicoli desarrolla hacia él un apego que le mueve a identificarse en muchos aspectos de su vida con el escritor. Como si se tratase de un mensaje escondido, Nicoli, encuentra curioso el hecho de que Lovecraft haya nacido un día después que él con una diferencia de setenta y cuatro años. Además al igual que Lovecraft, Nicoli sufrió de una intoxicación digestiva por haber comido mariscos en mal estado cuando tenía seis años. También le teme a nadar, como producto de una experiencia traumática acontecida cuando adolescente, y que también vivió Lovecraft en carne propia.
Como fortuitas son las coincidencias entre Lovecraft y Nicoli, fortuitos son los hechos que siguen en su vida, y que mediados por Jorge Valdivia, le permiten renacer como escritor. Resulta que en el 2001, a Jorge Valdivia se le presenta la oportunidad de viajar al extranjero para realizar estudios de postgrado, lo que significa para Nicoli la oportunidad de ocupar el puesto de Valdivia. Así, para junio de ese mismo año y próximo a tirarse el ejemplar número 131, Pablo Nicoli asume el cargo de primer editor de Fantástico, con lo que inicia una etapa de renovación del mencionado suplemento. La intervención de Nicoli se hizo patente con una sugestiva campaña de marketing, se rediseñaron las portadas utilizando dibujos en lugar de fotos, logrando un mejor efecto visual que cautivó a los lectores. La organización de los textos se articuló a manera de suplementos monográficos, en donde se desarrollaban temas afines cada semana.
El 2001, se convierte en uno de los años más productivos de Nicoli (ya había honrado sus deudas y podía ocuparse de sus proyectos literarios): No sólo publica su primer libro “Arequipa y sus Misterios”, sino que además junto con Max Díaz Butrón y Jaime Coaguila, forma la “Asociación Cultural Minotauro”, que reúne escritores de géneros diversos como la poesía, el cuento o la novela; con el objeto de fomentar y promover la literatura y las artes, muy especialmente entre los más jóvenes. Nicoli inicia otros proyectos literarios de semejante envergadura, pero a la vez se preocupa de que su alcance llegue a toda la comunidad. Organiza entonces, el primer Curso-taller de cuento en las instalaciones de la Institución Cultural Alianza Francesa, que fue convocado por la Asociación Minotauro, en donde participaron niños y jóvenes con intereses literarios. Luego le sucedieron otros cursos que fueron dictados hasta en seis oportunidades con el mismo objetivo. El segundo curso-taller de cuento también se llevó a cabo en la Alianza Francesa, mientras que el tercer curso se dictó en el Complejo Cultural Chávez de la Rosa de la Universidad Nacional de San Agustín.
Con respecto a la primera obra de Nicoli, en ella refleja un amplio conocimiento sobre la historia de Arequipa, sus tradiciones y misterios, que conjuga el entretenimiento, la emoción y el conocimiento; dando a conocer diversos sucesos que han acontecido en nuestra región pero que pocos conocen: por ejemplo, la leyenda de que los planos de la catedral arequipeña, fueron elaborados para hacer una construcción en la ciudad de México, pero por cuestión de confusiones ignotas, los documentos quedaron en nuestras tierras y sobre su diseño se edificó la imponente catedral de sillar. Además se cuenta la historia de cómo y por qué fue a parar la talla de Lucifer en la base del púlpito de la catedral, así como la historia del mayúsculo órgano que descansa en una de las alas de la catedral de Arequipa. Datos como estos, que revelan nombres, fechas y acontecimientos desconocidos sobre nuestra ciudad, –independientemente de lograr determinar que parte es la realidad y cual otra es la fantasía– despiertan el interés y el cariño por lo nuestro, al sabernos poseedores de tantos privilegios culturales, que muchas veces permanecen olvidados o en la ignorancia.
En el 2002 se organizaron otros cursos, pero esta vez bajo el auspicio y con el apoyo de Arequipa al día, que acondicionó algunas de sus instalaciones para albergar a todos los asistentes. Ese mismo año, Nicoli escribe otros cuentos que aparecen publicados en el semanario “El Búho” y el suplemento “Billiquem” que es editado por Arequipa al día, y del que Nicoli asume la dirección por cierto tiempo. También publica su segundo libro de cuentos: “Arequipa Fantasmas y Leyendas”, que contiene 20 cuentos de horror. Para entonces la producción cuentística de Nicoli, hace ya una extensa lista de relatos breves sobre suspenso, que rescata figuras misteriosas de nuestras tradiciones regionales y los estampa en tramas apocalípticas y espeluznantes, que nos recuerdan al extraordinario Alfred Hitchcock.
El año siguiente, es decir el 2003, Nicoli hace la presentación pública de sus dos primeras obras que había dejado pasar por motivos de trabajo. Así, en el mes de agosto, en las instalaciones de la Alianza Francesa, y contando con la presencia del Defensor del Pueblo de la ciudad de Arequipa, el Dr. Ronald Paredes, Nicoli se deja conocer como escritor. La presentación de sus libros fue un éxito total y a partir de allí, Nicoli inició una agresiva campaña publicitaria para con su trabajo en Fantástico y sus obras publicadas, debido a que los dueños del diario Arequipa al día –los miembros de la familia Mendoza del Solar–, poseían una empresa televisora con amplia cobertura en toda la macrorregión sur, que se sintoniza en el canal nueve como Perú TV. De modo que en este medio, la publicidad para Fantástico y las publicaciones de Nicoli estaba asegurada. La eficacia de la campaña publicitaria, así como la aceptación de los trabajos de Nicoli como una creación armoniosa y talentosa, le permitió reeditar “Arequipa y sus Misterios” hasta en seis oportunidades. Mientras que su segunda publicación fue editada tres veces en menos de un año. También consiguió vender cerca de 400 copias, de un libro inédito hasta el momento: “Arequipa. Historias Fantásticas”.
Es a partir de aquí, que Pablo Nicoli Segura gana fama y prestigio como escritor, mejorando su situación económica, y haciéndose de aprendices. El 2003, Nicoli emprende nuevamente los cursos de cuentos, pero esta vez se dedica a orientar narrativamente, a un grupo de jóvenes que hacen comics, a pedido de estos y por sugerencia del escritor; ya que este último encontró deficientes los guiones que usaban los jóvenes en su trabajo. Prestos y conscientes de las limitaciones de su narrativa, los dibujantes estudiaron con empeño, en la Casona de San José 222, las técnicas cuentísticas que son dominio de Nicoli. Ese mismo año, uno de los amigos de Nicoli, Oscar Bachoair, fundador de la “Asociación Cultural Minotauro” fallece y la asociación se desintegra.
El año 2004, Nicoli publica la comentada novela “Aventura de dos Arequipeños en Época de Cristo” y participa en un concurso internacional convocado y organizado por la revista española Nitecuento, en donde Nicoli gana el primer premio por su cuento “La Noche”. Nicoli finaliza este año el dictado de sus cursos-taller de cuento y narrativa variada, dado que, al parecer la cantidad de gente interesada no cubría el número mínimo para iniciar con el dictado del evento. De otro lado, el record de ventas que alcanzó el suplemento “Fantástico”, hace que ésta aparezca como una publicación independiente del diario Arequipa al día. Durante este periodo, Nicoli escribe algo de 20 cuentos que más tarde aparecerían en una nueva publicación. Entre tanto, Pablo Nicoli y su familia se mudan a una urbanización llamada San Jerónimo y cierra el negocio de “La Casona del Libro”, a la vez que termina su quinto trabajo literario: “Narraciones Sorprendentes”. Y al igual como hizo con su “Arequipa. Historias Fantásticas”, imprimió en un formato A4, un número limitado de copias que vendía a sus conocidos.
Una nueva afición asalta los ratos libres de Nicoli, la captura de imágenes de Internet y la colección de libros virtuales. El interés de Nicoli por estos elementos proviene de su llamativa fijación que tiene en los materiales visuales como los dibujos, los grabados y las esculturas. Pero además, está de por medio una triste experiencia que le tocó vivir: el robo de sus libros en la casona de la segunda cuadra de la calle san José, hecho que se relaciona indirectamente con el cierre de “La Casona del Libro”. El afán de Nicoli por coleccionar libros virtuales, así como la facilidad con que pueden ser obtenidos de Internet y guardados en CDs, facilitan su labor de recopilación, y en corto tiempo tiene más de 6,000 títulos en su biblioteca virtual.
Nicoli se ocupa durante el 2005, de emitir por televisión, un microprograma de cinco minutos cada hora, en donde narra muy brevemente algunas de las historias que aparecen en el Fantástico escrito. Este microprograma, que también se llama Fantástico, forma parte de la programación de Perú TV durante casi todo el año, mientras se siguen publicitando los cuentos y obras de Nicoli. Pablo Nicoli asume la encargatura de la edición de un semanario denominado “Da Vinci” y publica en diciembre del año en mención su sexto libro: “Arequipa Fantástica y Sobrenatural”, donde se recogen algunos de sus cuentos escritos desde el 2004, como por ejemplo: “El Culto bajo La Catedral”, “Fantasmas en la Carretera”, “Fue algo espantoso”, “Viaje en el tiempo a la Guerra del Pacífico”, “Ex Libris”, “Las Ruinas Circulares”, “El Asterión” y “Los Dos Fantasmas”, entre otros.
Actualmente, en el 2006, Pablo Nicoli vive con su familia en la urbanización San Jerónimo y trabaja como editor de Fantástico en las instalaciones de Arequipa al día. Entre sus últimas publicaciones tenemos tres libros: (Ver agregado arriba).

No podemos concluir el presente trabajo biográfico, sin antes respondernos una interrogante: ¿Qué hace de la obra de Nicoli una lectura atractiva y estimulante, que deja expectantes a sus lectores con las ansias de leer su siguiente libro? El sólo hecho de tocar temas sobrenaturales o de aventura tiene al lector pendiente de lo que seguirá en la retahíla de lecturas, pero además de esto; Nicoli sabe manejar con maestría las palabras: su lenguaje es franco y serio a la vez, pero no se siente recargado; su narrativa es ágil y no se pierde en los laberintos de la descripción o el realismo. El estilo de Nicoli le presenta como un Julio Verne que en lugar de desplazarse al futuro se hace regresionar al pasado, en que se fusionan la historia y la fantasía; o bien como un Alfred Hitchcock, que nos pone los pelos de punta mezclando la ironía y el terror con finales impensados. La literatura de Pablo Nicoli es en suma una producción sui generis en la localidad, la región y por qué no de todo el país; que nos instruye, nos divierte y nos ilusiona, a seguir como él, ese mundo fantástico que todos llevamos en nuestra propia mente.


BIBLIOGRAFÍA

Arequipa y sus Misterios (Cuentos). Arequipa, Imprenta Sucre, 2001.

Arequipa. Fantasmas y Leyendas (Cuentos). Arequipa, Imprenta Sucre, 2002.

Arequipa. Historias Fantásticas (Cuentos inéditos). Arequipa, 2003.

Aventuras de dos Arequipeños en Época de Cristo (Novela). Lima, Lago Sagrado Editores, 2004.

Narraciones Sorprendentes (Cuentos inéditos). Arequipa, 2004.

Arequipa. Fantástica y Sobrenatural (Cuentos). Arequipa, Editorial Alexis, 2005.


Cuentos escritos de 1985 a 1989
El lado oscuro de la luz.
Estudio en hojalata.
Jura.
Fisgón.
El sueño.
Cántico sepulcral.

Escritos de 1990 a 1998
Aventura de dos arequipeños en época de Cristo.

Escritos desde 1999 al 2003
El hijo del fundador.
El vampiro del monasterio.
La noche: Los subterráneos de la Catedral.
El ángel caído I.
El nido del cuco.
El cuadro de mi pariente fallecido.
La Gioconda.
El Neptuno de la Plaza.
Los cucos de nuestra niñez.
La talla de Lucifer.
Mónica la leyenda.
¿El diablo de La Catedral se mueve?
El tesoro de los jesuitas.
Manuscrito encontrado en una vieja pared.
Del otro lado.
Amor en el cementerio.
Lo que guardaba la vieja casa.
La celada.
El duende de la Apacheta.
Fantasmas en la casona del diario.
Vender el alma.
Dos concursos.
El abuelo.
El deseo.
El concurso.
Es historia.
El suicida.
La promesa.
Pide un deseo.
Y volaron…

Escritos en el 2004 y 2005
El ángel caído II.
Los zapatos de Juan.
El esqueleto.
La maldita palabra.
Escribiente sin ideas.
El culto bajo La Catedral.
Fantasmas en la carretera.
Despertares.
Max locomotora.
Artificio.
Fue algo espantoso.
Viaje en el tiempo a la guerra del Pacífico.
Identificación.
Misteriosos designios.
Ex Libris.
Salvar la propia vida.
Soledades.
Las ruinas circulares.
Lovecraft le temía a las antiguas culturas del Perú.
El Asterión.
Los dos fantasmas.
La niña aburrida que esperaba.
Supersticiones.
El joven enamorado.
El crimen de Sir. Francis.
¿Quién era aquel?
Atrévete a aceptarlo.

2006.

El secreto de Cervantes.
Sombras en las paredes.
Vacaciones en Inframundo.
Fantasmas en el cementerio de la Apacheta.
Arequipa: Crónicas olvidadas del siglo XVI.
El muro.
El código Buisine-Rigot: el código da Vinci en arequipa.
Bibliófilo.
La biblioteca de babel.
El duende de la plaza.
Bodas de plata.
Mediocridad.

2007.

El tesoro de los incas.
Camaleón.

Entre otros.


Celular de Pablo Nicoli: 9700168

Email: nicoli_pablo@hotmail.com